- No sé por qué te preocupas por él. Te han partido la cara por su culpa.
- Gracias a él no van a partírmela más veces.
- No era la mejor manera de solucionarlo.
- Era una solución. ¿Qué te preocupa tanto?.
- El miedo.
- ¿El miedo?, ¿De qué tienes miedo?.
- De lo que tengo miedo es de tu miedo.
- No te entiendo.
- Lo sé.
- Podrías explicármelo, ¿no?.
- Deberías darte cuenta.
2 comentarios:
En este caso, al menos el amigo parece que se da cuenta, y que intenta que el otro también se de cuenta apelando al sentido común.
Ya es algo.
Besitos.
No te puedo hablar de conceptos técnicos ni nada por el estilo, te puedo hablar de mi experiencia... Nunca he sentido que formara parte de un grupo ni he sentido que me respetasen, más bien he sido un cero a la izquierda, por eso tengo tanto miedo...
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