Ayer no pudo ser...
De nuevo con lágrimas en la cara, de satisfacción por haber llegado, rabia porque lo hemos rozado, y tristeza porque no pudimos.
Ser del Athletic es más que un sentimiento, unos colores, un escu-do... es mucho más.
Y la afición ayer, una vez más, lo demostró. Ante todo reconociendo el buen fútbol, aplaudiendo hasta el final y animando al equipo.
Porque los sueños hay que seguirlos hasta el final, porque si este año no ha sido, lo será el siguiente, o dentro de otros 25, eso da igual, porque la afición siempre seguirá ahí, siempre seguiremos ahí.
Esto es un pequeño homenaje a esa afición incansable, a todo un pueblo volcado con su equipo y a esos leones que luchan en el terreno de juego.
De nuevo con lágrimas en la cara, de satisfacción por haber llegado, rabia porque lo hemos rozado, y tristeza porque no pudimos.
Ser del Athletic es más que un sentimiento, unos colores, un escu-do... es mucho más.
Y la afición ayer, una vez más, lo demostró. Ante todo reconociendo el buen fútbol, aplaudiendo hasta el final y animando al equipo.
Porque los sueños hay que seguirlos hasta el final, porque si este año no ha sido, lo será el siguiente, o dentro de otros 25, eso da igual, porque la afición siempre seguirá ahí, siempre seguiremos ahí.
Esto es un pequeño homenaje a esa afición incansable, a todo un pueblo volcado con su equipo y a esos leones que luchan en el terreno de juego.